Saldaña

SITUACIÓN

La Villa de Saldaña se halla asentada en un pequeño valle del arroyo Esgueva o del Valle, según la denominación tradicional, en terrenos arcillosos que se aprecian con claridad en las escarpadas laderas que lo flanquean por este y oeste. En la zona alta nos encontramos con el páramo, inmensa llanura que nos conduce a la montaña, en la zona baja nos topamos con el río Carrión, cuya vega se extiende a lo largo de su margen derecha.

El casco urbano, contiguo a la ribera del río Carrión, aparece rodeado por tierras de labor y plantaciones de chopos en el oeste y sur y por cárcavas y plantaciones de pinos en el norte y este.

HABITANTES

2531 a 31 de diciembre de 2006.

HISTORIA

Podemos decir, por los vestigios arqueológicos encontrados en La Morterona, que el primer asentamiento humano en Saldaña se produjo entre los años 750 y 500 a.C, en el periodo denominado I Edad de Hierro. Se trata de restos de casas de adobe o tapial, profundamente destruidas, por lo que no sabemos su forma y dimensiones, aunque tenían un hogar rectangular.

Durante la II Edad de Hierro, del 500 al 29 a.C, el poblado de La Morterona va a adquirir un gran desarrollo, convirtiéndose en cabecera de comarca, condición que no va a abandonar nunca.

Este gran núcleo urbano, políticamente independiente, forma parte de la tribu vaccea, que ocupa la mayoría de las tierras centrales de la cuenca del Duero, y que a su vez forma parte de los pueblos celtibéricos. Y lo que es más interesante, en este periodo Saldaña ya recibía una denominación muy parecida a la actual, sin que se sepa su grafía, ya que no conocían la escritura. De todas las maneras, recientes estudios de Leonard A.  Curchin, arqueólogo canadiense de la Universidad de Waterloo (Ontario), sitúan a la antigua ciudad vaccea de Eldana, citada por Tolomeo de Alejandría en su obra “Geografía”, en Saldaña.

Alrededor del año 29 a.C, sin que se pueda precisar con exactitud, es probable que en Saldaña se produzca, de forma pacifica la ocupación romana. Esta ocupación pacífica conlleva a que se adviertan pocos cambios, ya que la inmensa mayoría de las personas siguieron realizando su vida cotidiana y la llegada de individuos romanos sería realmente escasa.

Entre los años 284 y 408 podemos decir que llega el esplendor de la época de ocupación romana, este periodo representa el momento de mayor estabilidad y desarrollo de la Meseta Norte, así como la total asimilación de la cultura latina, esto queda demostrado en las villas de La Olmeda (Pedrosa de la Vega) y de La Serna (Relea de la Loma) y una revitalización de La Morterona. Desaparecen totalmente los vestigios de la antigua cultura vaccea, por lo que se puede considerar a los habitantes de Saldaña ciudadanos romanos en todos los sentidos.

De los años visigodos, del 545 al 711, tenemos pocas noticias, pero La Morterona debió poseer una importancia singular  ya que Leovigildo (573-586), Recaredo (586-601), Witerico (603-610), Suintila (621-631), Chintila (636-640) y Chindasvinto (642-653) acuñaron monedas en la ceca de Saldaña. Estas monedas, todas de oro, suelen presentar en su reverso las palabras: SALDANIA PIVS.

Podemos decir que el periodo de mayor gloria de la villa de Saldaña fue el comprendido entre los años 750 y 1118, es esta la etapa de esplendor gracias a los poderosos condes de Saldaña, los Banu Gómez.

De esta época data la bella leyenda de la Virgen del Valle, en ella se cuenta que corría aproximadamente el año 750 cuando el rey asturiano Alfonso I el Católico decide tomar el castillo de Saldaña a las fuerza moras.

Tras un duro y largo asedio, el rey no consigue su objetivo, por lo que cunde el desanimo entre las huestes cristianas. Durante la noche, a Alfonso I se le aparece la Virgen, indicándole un pasadizo secreto para entrar en el interior del castillo.

Al día siguiente, el rey, siguiendo las indicaciones de la Virgen, consigue entrar por sorpresa y conquistarlo para la causa cristiana.

En agradecimiento a la Virgen María, en el mismo lugar donde se asentaba el campamento cristiano, en el lugar donde estaba la tienda del monarca, Alfonso I mandó edificar una ermita en honor a la Virgen. En ella depositó la imagen mariana que llevaba siempre consigo, y que recibió la denominación de Nuestra Señora del Valle.

Los condes de Saldaña llegaron a ser uno de los magnates más importantes del reino leonés. Esta afirmación no es gratuita, pudiéndose aseverar que, durante el siglo X, el núcleo urbano de Saldaña, reducido al cerro del castillo y escasos aledaños dispersos, alcanzó su mayor relevancia en la política peninsular, posición que nunca volverá a recuperar.

Y como prueba de lo anterior se puede señalar que los condes saldañeses se rebelaron varias veces contra el rey leonés, llegando a ocupar durante algunos meses la propia capital del reino. A la vez, mantenían una excelente relación con el poder musulmán, entablando acuerdos directos con él. Según algunos autores los Banu Gómez llegaron a colaborar con Almanzor en el saqueo de Santiago de Compostela del año 998, el cual no fue más destructivo porque familiares del conde saldañés poseían dominios en la zona.

En los años inmediatamente posteriores a esta época podemos decir que lo más relevante que ocurrió en la Villa de Saldaña fue la muerte, en el castillo, de la reina doña Urraca, acaecida en el año 1126, y la boda del hijo de esta, Alfonso VII, con doña Berenguela en 1128, en cuyos fastos tuvo lugar una de las primeras corridas de toros de las que se tiene constancia en España.

A partir de mediados del siglo XIV, la Villa de Saldaña y su alfoz, va pasando de un noble a otro siendo los más destacados Juan Alfonso de Alburquerque, Pedro I, Sancho de Rojas o Alfonso de Fonseca.

Durante la segunda mitad del siglo XV, la Villa de Saldaña pasa a ser señorío de la Casa del Infantado, y desde 1475 el primogénito de dicha casa es denominado con el título de Conde de Saldaña. Señalar que durante la tenencia del señorío por la Casa del Infantazgo en el año 1502, concretamente el día 31 de enero, el duque D. Diego Hurtado de Mendoza concedió a esta Villa el privilegio de mercado franco de alcabala, el cual se sigue celebrando todos y cada uno de los martes del año.

EDIFICIOS DE INTERÉS

Iglesia de San Miguel: Posiblemente proyectada en el siglo XIV pero construida en su mayoría en el XV y XVI. En su edificación participaron las familias más importantes de Saldaña para poder instalar en ella los suntuosos sepulcros que todavía se conservan. En cuanto a los retablos construidos en estos años tenemos el de la capilla del Evangelio y el de la Sacristía, de estilo plateresco.

Iglesia de San Pedro: Reedificada en el siglo XVI, en la actualidad alberga el Museo Arqueológico de la Villa Romana de La Olmeda. Se conserva aún el retablo mayor que data del siglo XVIII. La nave principal tiene bóveda de yesería. Destaca la torre a los pies.

Ermita del Valle: Obra de estilo barroco realizada en sillería de piedra caliza. Destaca de esta época el camarín de la Virgen. De época neoclásica y fechada en el año 1786 es el pórtico.

Ruinas del Castillo: De lo que fue un castillo medieval queda el armazón de cantos rodados, trabados con mortero y cal, de las dos torres cuadradas que formaban el recinto principal, así como otros restos de sus recintos defensivos. No se conservan los sillares calizos que cubrirían las estructuras actualmente visibles. Este castillo fue levantado entre los años 1000 y 1050, según las dataciones de C-14.

La Fábrica: Es la construcción más importante realizada en Saldaña durante el siglo XX, mandada construir por Doña Catalina Martín García el diseño corresponde al más afamado arquitecto palentino del momento, Jerónimo Arroyo. Se proyectó en estilo neogótico con la finalidad de servir de asilo, aunque su última utilidad fue de fábrica de harinas. Se está acondicionando para un nuevo uso.

Instituto de Enseñanza Secundaria: Inaugurado en el año 1956, es la primera expansión de la Villa a la margen derecha del río Carrión. Es una muestra clara de cómo eran los edificios oficiales de la posguerra, su estilo es escurialense propio de la España franquista.

FIESTAS

Fiestas de Nuestra Señora del Valle: Entre los días 5 y 10 de septiembre. Declaradas por la Junta de Castilla y León de Interés Turístico. Destacan la procesión de las antorchas que es el día 7 en la tarde noche y coincide con la subida de la Virgen a su ermita. La romería del día 8, que es la fiesta grande. Y el banquete del novillo el día 10 por la noche.

Fiesta de San Cristóbal: Se celebran el fin de semana más próximo al día 10 de julio. Organizada por los transportistas de la localidad. Se ha convertido en la segunda fiesta de la Villa.

Fiesta de Santa Marta: Organizada por el gremio de la hostelería el último jueves del mes de julio.

Feria de las Candelas: De maquinaria agrícola, se celebra desde el año 1885, los días 2 y 3 de febrero.

Feria de San José: De caza y pesca, se celebra desde 1888, los días 19 y 20 de marzo.

Feria de Santa Úrsula: En la actualidad es la feria de la alubia, se celebra desde 1882, el fin de semana más cercano al día 22 de octubre.

Mercado Romano. La cercanía de la Villa Romana de la Olmeda da pie para organizar esta fiesta, que se compone de una semana cultural, mercado romano y cena popular romana. Se celebra la última semana de junio.

Semana Santa. Sin faltar las procesiones con imágenes y pasos, el día de Viernes Santo, estas fiestas esconden un cariz eminentemente lúdico, pues las noches del Jueves y Viernes Santo se juega a las tradicionales “Chapas”.

PARAJES DE INTERÉS

La Plaza Vieja: Don José María Caballero González, el historiador que mejor conoce y más ha estudiado la historia de Saldaña y su Tierra solariega, dice de esta plaza que es “Viejo reducto que pasa las cuentas de su historia por milenios, ofrece una suntuosidad monumental no en sus mansiones, sino en el conjunto porticado… Esta soberbia conjunción de impresionante armonía, da fe de gloriosas existencias pasadas y dan solera de un presente vigoroso… nos revela la concordia de un patio de vecindad, aglutinante de la Tierra Solariega, o un claustro popular donde los juglares exhibían sus mimos o recitaban los viejos romances.” Continúa diciendo “nuestra Plaza Vieja, que así la llaman ya viejos legajos es una singular pieza de la arquitectura castellano leonesa que ha de contemplarse al amanecer o en el ocaso de la tarde o envuelta en la magia de la lluvia que salta sobre los cantos del suelo”.

Plaza del Marqués de la Valdavia: Plaza recientemente acondicionada y donde podemos contemplar la casa-palacio del marques de la Valdavia, del siglo XVI, con un impresionante escudo de la familia.

Parque Javier Cortes: Proyecto donde se muestran las nuevas tendencias arquitectónicas, en las cuales se valora el entorno como un elemento básico del desarrollo humano. La verja que cierra uno de los laterales del parque fue donada por D. Javier Cortes Álvarez de Miranda, y la obra se realizó siendo alcalde D. Antonio Herrero Estébanez. Se puede considerar que un paseo por el parque Javier Cortes es obligatorio en todas las visitas a Saldaña.

 

DATOS ESTADÍSTICOS

 Información estadística del municipio